sábado, 5 de enero de 2013

CONCENTRACIÓN DEL MERCADO DE SERVICIOS DE AUDITORÍA EN EL IBEX-35


Las treinta y cinco empresas que forman el Ibex 35, son auditadas por las cuatro grandes sociedades de auditoría, las  denominadas “Big Four”.
 El mercado de servicios de auditoría en España sufre un oligopolio, es decir, pocas sociedades de auditoría llevan a cabo, la mayor parte de los servicios de auditoría en nuestro país.
Esto queda muy claramente reflejado en las empresas que cotizan en el Ibex-35, donde las cuatro grandes sociedades de auditoría, denominadas “Big Four”, se reparten las auditorías de las treinta y cinco empresas que cotizan en el mismo. Estas cuatro grandes empresas son: KPMG, Deloitte, PricewaterhouseCoopers y Ernst & Young.
Además, este oligopolio no solo ha existido durante este último ejercicio 2011, sino que se lleva produciendo desde más allá del año 2000. Durante estos once años, jamás se ha introducido una sociedad que no fuera una de estas cuatro grandes. Tan solo existió durante  el periodo 2000 al 2002 una sociedad que no fuera una de las ya citadas “Big Four”. Esta empresa era Arthur Andersen, que formaba parte de lo que ahora se llama “Big Four” y que anteriormente cuando esta compañía existía se denominaban “Big Five”.
Arthur Andersen desapareció en el año 2002, debido a que se vio envuelta en el escándalo financiero de Enron. Esta circunstancia la única variación que produjo fue que todas las empresas del Ibex-35 que auditaba Arthur Andersen pasasen a ser auditadas por Deloitte, excepto Inditex que pasó a ser auditada por KPMG, debido a que Deloitte España se fusionó con Arthur Andersen.
“En el año 2002 Arthur Andersen se fusionó con Deloitte España”.
 Otro aspecto relevante que se produce en las empresas del Ibex-35 que auditan sus cuentas anuales, es que apenas hay variación entre las sociedades que las auditan, es decir, a pesar de tener todo el mercado copado por las cuatro grandes sociedades de auditoría, las empresas del Ibex apenas varían entre las “Big Four”. Existe una gran reticencia por parte de las sociedades del Ibex por variar a sus sociedades de auditoría. Hecho que, unido al oligopolio existente, hace casi imposible que una sociedad que no sea una de las cuatro grandes pueda adentrarse en el mercado .
 Esta concentración de las sociedades de auditoría, no solo se produce en el Ibex-35, sino  también en el mercado empresarial español, ya que el 96,9 % de los informes que recibió la Comisión Nacional de Valores (CNMV) sobre las cuentas anuales del ejercicio 2011 fueron auditadas por las cuatro grandes sociedades de auditoría.
La principal sociedad de auditoría en el Ibex durante el año 2011 fue Deloitte, siendo además la más importante en España. Deloitte audita hasta quince empresas del Ibex-35 durante 2011, casi la mitad de todas las que forman el Ibex.
 Tras Deloitte, PricewaterhouseCoopers audita a ocho sociedades que cotizan en el Ibex, y por último se encuentran Ernst & Young con siete empresas y KPMG con cinco.
Deloitte facturó 476 millones de euros en 2011 en nuestro país”.
Para 2012 Deloitte reafirmará más aún su liderazgo dentro del Ibex, ya que ha conseguido la auditoría de las cuentas anuales del ejercicio 2012 de tres empresas más, como son: Abengoa, Abertis e Inditex. Abengoa y Abertis en el ejercicio 2011 fueron auditadas por PWC, mientras que Inditex por KPMG. Deloitte ahora se sitúa si cabe con más ventaja sobre su competencia, auditando dieciocho empresas del Ibex-35, más de la mitad. Por su parte, PricewaterhouseCoopers pasa ahora a ser la tercera sociedad de auditoría, auditando seis empresas del Ibex y Ernst & Young se sitúa segunda con siete. KPMG sigue siendo la última sociedad de auditoría en cuanto a empresas del Ibex auditadas se refiere, auditando únicamente cuatro.
 Esta concentración del mercado supone una gran polémica, tras varios escándalos producidos en los últimos años con la posible falta de independencia de los auditores. Los críticos argumentan que este oligopolio y falta de rotación de las sociedades de auditoría, provocan que se pierda dicha independencia.
Una de las causas que provocan esta concentración que existe en el mercado español de las auditorías de cuentas anuales es la reputación y prestigio que supone para una empresa el ser auditada por unas de las cuatro grandes sociedades de auditoría. Por ello, las grandes empresas del Ibex escogen a las “Big Four” para que sean sus auditores ya que traslada a los socios y accionistas de las empresas un marchamo de credibilidad, confianza y calidad.
Además, las grandes sociedades del Ibex-35 son multinacionales que están presentes en innumerables países del mundo, lo que supone que para que se auditen las cuentas de las mismas de forma  simultánea y coordinada, sea necesario que las realicen grandes sociedades de auditoría también presentes en varias partes del mundo.
Otra causa que provoca el oligopolio es la competencia de precios existente, en la cual las “Big Four” parten con ventaja y en muchos casos realizan trabajos con precios inferiores a los del mercado global. Precios a los que no pueden llegar pequeñas sociedades de auditoría.
 Para intentar solventar estas circunstancias, la Comisión Europea publicó en  2010 el denominado “Libro Verde”, intentando dar solución a los problemas que existen en el mercado de auditoría. Entre dichos problemas, la concentración del mercado que podría provocar una acumulación de riesgos sistemáticos.
“El Libro Verde, en el cuál se proponen medidas para eliminar la concentración del mercado de auditoría, fue publicado en 2010 por la Comisión Europea”. 
Para solucionar la concentración del mercado de auditoría, en el “Libro Verde” se propone que al igual que en Francia sea obligatoria la realización conjunta de la auditoría en las sociedades que cotizan en bolsa, por parte de varias compañías de auditoría para así dinamizar el mercado y que empresas medianas de auditoría puedan entrar en el mercado cerrado. Además, se propone tener un plan de emergencia para casos de desaparición de una sociedad de auditoria de las denominadas grandes, sin que los posibles riesgos fuesen contagiados al mercado.
Otra medida que se propone para eliminar el oligopolio es la rotación obligatoria de las compañías de auditoría y de los socios auditores firmantes de las cuentas anuales. Dicha medida además de intentar paliar el problema del oligopolio que existe,     también ayudaría a mantener la independencia.
En cuanto a lo referente a la independencia, en el “Libro Verde” se propone que las sociedades de auditoría no puedan prestar simultáneamente otros servicios como consultoría o asesoría a la entidad auditada. Además, sugiere que los auditores no sean remunerados por la propia empresa, y se pide que el nombramiento y el periodo para el cual sea nombrado el auditor sea responsabilidad de una autoridad reguladora.
Ante estas medidas propuestas por la Comisión Europea, la respuesta de los profesionales del sector fue muy clara, siendo contrarios a las mismas y fundamentalmente a aquellas como son la obligatoriedad de rotación de la sociedad de auditoría y la prohibición a prestar otros servicios además de la auditoría. En su opinión, se disminuiría la calidad de la auditoría y aumentarían los costes. También argumentan que realizar auditorías conjuntas supondría una carga económica excesiva para las empresas, y no creen que la concentración del mercado de auditoría suponga un riesgo sistemático si una de las cuatro grandes sociedades tuviese algún percance.
“Los profesionales de la auditoría de cuentas son contrarios a la mayoría de medidas propuestas por el Libro Verde”.
                         

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